EL BLOG AHORA TAMBIEN TIENE FORO.ESPERO QUE SIGAIS PARTICIPANDO EN EL BLOG Y QUE LO HAGAIS TAMBIEN EN EL FORO PUES CREO QUE SON TOTALMENTE COMPATIBLES.LA DIRECCION DEL FORO ES LA SIGUIENTE:
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SERA SIN DUDA UNO DE LOS PELOTAZOS DE VERANO...
EL FORO DE ¡¡¡ESTABILIDAD PARA LOS INTERINOS YA!!!
martes, 12 de agosto de 2008
martes, 5 de agosto de 2008
LA OTRA CARA DE LA TRANSITORIA.
Buenos días, mi nombre es Carmen y voy a comenzar la defensa de mi vida:
Tengo 43 años y 18 años y pico de tiempo de servicio. ¡Qué curioso! Si le damos la vuelta al 18 aparecen los decimales de mi nota de oposición: 4.81 y no sé qué. Creo que soy la que tiene el suspenso más alto de mi tribunal, todo un honor.
Estoy convencida de que soy una buena trabajadora. Durante este montón de años he cumplido siempre con mi obligación. Nadie, absolutamente nadie, puede decir lo contrario. Alguna “miembra” de mi tribunal ha sido testigo, en alguna ocasión, de lo que ahora digo. Reúno todas las “competencias básicas” para seguir siendo una buena profesional, de esto no me cabe la más mínima duda. Pensé que, quizás esta vez, se me iba permitir concursar y hacer uso de mi “flamante 10″, fruto de mi trabajo y de mi esfuerzo porque a mí nadie me ha regalado nada. Me equivoqué.
Había tirado la toalla, estaba harta de coleccionar temarios pero este año había que volver a intentarlo, así que durante un año me dediqué a trabajar, hacer la comida, poner la lavadora y estudiar, estudiar, programación, unidad didáctica, otra vez estudiar, estudiar, nervios, miedos, angustia, mal humor y estudiar, estudiar…. He tenido abandonada a mi familia y he prescindido de mis amigos pero pensé que al final yo y los míos veríamos la recompensa. Me equivoqué.
Tenía pánico a que no saliera ningún tema y dejar el examen en blanco. Había conseguido, con mucho trabajito, meterme en la cabeza casi la mitad del temario, ¿tú te lo sabes entero, Sr. Presidente?, pero el miedo podía conmigo. Por fin llegó el día del escrito y, menos mal, por lo menos había caído uno de los que me había preparado, así que pensé: “Misión cumplida, todavía tengo esperanzas”. Me equivoqué.
Resulta curioso que mi compañera de “estudios y fatiguitas” y yo llevábamos los mismos temas (el resumen del tema que ella eligió lo hice yo), nuestras programaciones eran idénticas, nuestras unidades muy parecidas y nuestras defensas, dos calcos, sin embargo ella me comentaba que los miembros de su tribunal se mostraban agradables, cercanos y que tranquilizaban mucho a los compañeros. Yo, en cambio, le hablaba de mis impresiones y de que había algo en mi tribunal que no me terminaba de convencer. En esto no me equivoqué. Ella ha sacado un siete y yo estoy suspensa.
Maldigo a los cinco miserables que han acabado conmigo. La Consejería nunca debió permitir que mi destino y el de mi familia estuvieran en manos de esta pandilla de indeseables. Sabían que en esta especialidad y con mi nota del concurso, me bastaba con un cinco en la fase de oposición para conseguir plaza pero se han permitido el lujo de eliminarme, de expulsarme del sistema y dejarme en una situación lamentable. Ya me gustaría saber qué clase de “criterios de calificación” han utilizado conmigo. Antes decía que me considero una buena trabajadora, también soy, sin duda, una buena compañera y una mujer valiente. Lamentablemente esta gentuza no puede decir lo mismo. No te escondas más, Sr. Presidente, cuando vuelvas a encontrarte conmigo en un centro comercial, ni me deis la espalda cuando alguno de vosotros vuelva a coincidir conmigo en un bar. Lástima que no se nos valore la dignidad y la valentía, en eso yo tengo un 10 y vosotros no llegáis ni al 4.81 y no sé qué.
Carmen Pérez
Ex-opositora del tribunal 11 de Lengua de Cádiz
http://www.sadifederacion.es/?p=970
Tengo 43 años y 18 años y pico de tiempo de servicio. ¡Qué curioso! Si le damos la vuelta al 18 aparecen los decimales de mi nota de oposición: 4.81 y no sé qué. Creo que soy la que tiene el suspenso más alto de mi tribunal, todo un honor.
Estoy convencida de que soy una buena trabajadora. Durante este montón de años he cumplido siempre con mi obligación. Nadie, absolutamente nadie, puede decir lo contrario. Alguna “miembra” de mi tribunal ha sido testigo, en alguna ocasión, de lo que ahora digo. Reúno todas las “competencias básicas” para seguir siendo una buena profesional, de esto no me cabe la más mínima duda. Pensé que, quizás esta vez, se me iba permitir concursar y hacer uso de mi “flamante 10″, fruto de mi trabajo y de mi esfuerzo porque a mí nadie me ha regalado nada. Me equivoqué.
Había tirado la toalla, estaba harta de coleccionar temarios pero este año había que volver a intentarlo, así que durante un año me dediqué a trabajar, hacer la comida, poner la lavadora y estudiar, estudiar, programación, unidad didáctica, otra vez estudiar, estudiar, nervios, miedos, angustia, mal humor y estudiar, estudiar…. He tenido abandonada a mi familia y he prescindido de mis amigos pero pensé que al final yo y los míos veríamos la recompensa. Me equivoqué.
Tenía pánico a que no saliera ningún tema y dejar el examen en blanco. Había conseguido, con mucho trabajito, meterme en la cabeza casi la mitad del temario, ¿tú te lo sabes entero, Sr. Presidente?, pero el miedo podía conmigo. Por fin llegó el día del escrito y, menos mal, por lo menos había caído uno de los que me había preparado, así que pensé: “Misión cumplida, todavía tengo esperanzas”. Me equivoqué.
Resulta curioso que mi compañera de “estudios y fatiguitas” y yo llevábamos los mismos temas (el resumen del tema que ella eligió lo hice yo), nuestras programaciones eran idénticas, nuestras unidades muy parecidas y nuestras defensas, dos calcos, sin embargo ella me comentaba que los miembros de su tribunal se mostraban agradables, cercanos y que tranquilizaban mucho a los compañeros. Yo, en cambio, le hablaba de mis impresiones y de que había algo en mi tribunal que no me terminaba de convencer. En esto no me equivoqué. Ella ha sacado un siete y yo estoy suspensa.
Maldigo a los cinco miserables que han acabado conmigo. La Consejería nunca debió permitir que mi destino y el de mi familia estuvieran en manos de esta pandilla de indeseables. Sabían que en esta especialidad y con mi nota del concurso, me bastaba con un cinco en la fase de oposición para conseguir plaza pero se han permitido el lujo de eliminarme, de expulsarme del sistema y dejarme en una situación lamentable. Ya me gustaría saber qué clase de “criterios de calificación” han utilizado conmigo. Antes decía que me considero una buena trabajadora, también soy, sin duda, una buena compañera y una mujer valiente. Lamentablemente esta gentuza no puede decir lo mismo. No te escondas más, Sr. Presidente, cuando vuelvas a encontrarte conmigo en un centro comercial, ni me deis la espalda cuando alguno de vosotros vuelva a coincidir conmigo en un bar. Lástima que no se nos valore la dignidad y la valentía, en eso yo tengo un 10 y vosotros no llegáis ni al 4.81 y no sé qué.
Carmen Pérez
Ex-opositora del tribunal 11 de Lengua de Cádiz
http://www.sadifederacion.es/?p=970
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