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España es uno de los países con un mayor número de alumnos en la enseñanza privada. Así lo destaca el "Barómetro de la Educación 2007", elaborado por la Internacional de la Educación (IE), que hoy se presentó en Madrid. La IE considera como enseñanza privada la que se imparte en centros que no están gestionados por las autoridades públicas, sino que son controlados y gestionados por entidades privadas, ya sea con o sin ánimo de lucro, como organizaciones no gubernamentales, órdenes religiosas, fundaciones o empresas. El 25% de los alumnos matriculados en Educación Infantil, 24% de los de Primaria, el 29% de los de Secundaria y el 13% de los de Universitaria cursan sus estudios en uno de estos centros. El secretario general de la IE, Fred van Leeuwen, afirmó que "no sabría decir si esta tasa tan alta en todas las etapas educativas es positiva o negativa". Según van Leeuwen, "ante estos datos, el lector medio podría llegar a la conclusión de que esto es así porque España es un país católico. Sin embargo, en otros países católicos, incluso muy católicos, como Irlanda, la tasa de escolaridad privada es sólo del 1%, y en Italia del 7%. Por lo tanto, no es fácil explicar por qué esta tasa tan alta de enseñanza privada en España". Otro aspecto que subraya el barómetro es la muy alta tasa de alumnos matriculados en Educación Infantil, que ronda el 97%. Van Leeuwen afirmó que "se trata de una tasa impresionante, sobre todo si se compara con países como Estados Unidos, donde es del 45%". "Está demostrado que los niños que no han sido escolarizados en esta etapa están en desventaja con respecto a los que sí lo han sido", explicó. "Por tanto, la situación de España en este sentido es admirable y recomendamos a otros gobiernos que sigan su ejemplo". Van Leeuwen resaltó también la buena ratio de alumnos por profesor en España (13,9 en la Educación Primaria y 11 en la Secundaria, mientras que en el Reino Unido, por ejemplo, las tasas se sitúan en 18 y 15, respectivamente). Por el contrario, el secretario general de la IE consideró muy negativo el número de niños que abandonan la escuela antes de haber terminado la etapa secundaria (que para el barómetro finaliza a los 18 años, de modo que incluye la ESO y el Bachillerato españoles). El 49% de los alumnos concluye sus estudios en esta etapa, mientras que la media de la OCDE se sitúa en el 68%. Por último, van Leeuwen recordó el bajo porcentaje del PIB que España destina a educación en relación con la media de la OCDE: un 4,7% frente a un 5,8%. Para van Leeuwen, ese 1,1% de desfase "es suficientemente significativo" e indica que "queda un margen de mejora considerable, aun reconociendo que ha habido una evolución sumamente positiva en este ámbito". Por su parte, el secretario general de FETE-UGT, Carlos López Cortiñas, que acompañó a van Leeuwen en la presentación, señaló que aumenta cada vez más el porcentaje de bajas profesionales relacionadas con una patología de origen psicosocial, situándose ahora en el entorno del 23% de las bajas que se producen. Por ello, manifestó que "hay que seguir insistiendo ante la administración educativa en que se incluya esta patología como enfermedad profesional y que se cumpla la Ley de Prevención de Riesgos Laborales". Además, matizó que, aunque los datos generales de ratio de alumnos por profesor son buenos, "hay determinadas ciudades o áreas metropolitanas en las que esto no es así e impartir clase supone un sobreesfuerzo profesional". Por último, reclamó a las administraciones "un mayor esfuerzo presupuestario para poder atender a la diversidad de nuestras aulas, que se concrete en la creación de aulas de enlace, de tutorías de acogida, de refuerzos y de nuevos perfiles profesionales". José Campos, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, también presente en el acto, advirtió de que "puede haber problemas si un arma tan importante como es la educación no se convierte en el primer instrumento para la integración de los inmigrantes". Asimismo indicó que "para la dignificación de la profesión es fundamental mejorar las condiciones laborales, y para ello es necesario el compromiso social de todas las administraciones". En este sentido indicó que casi un 20% de los docentes de la escuela pública son interinos, "lo que influye directamente en sus condiciones de trabajo y en la calidad de la enseñanza. Se da la paradoja de que hoy hay menos inestabilidad en el sector privado que en el público". Por último, criticó que hoy en día "no hay movilidad ni motivación para el profesorado, no hay promoción o carrera profesional.